¿Lo sacamos y lo cambiamos por otro?, o ¿arrancamos la mano asquerosa que nos manipula día y noche?
La superficialidad es el pan de cada día, se lleva los laureles mediáticos y ocupa gran cantidad de tiempo en nuestra vida cotidiana, causando banalidad, creencias erróneas sobre la belleza y valores, estableciendo paradigmas sociales irreales, creando estúpidas necesidades consumistas, activando rivalidades entre países, haciendo de la mente de todos un festín de irrealidades y agotando sus posibilidades de discernimiento y verdadera crítica.
A parte de la obvia estrategia de distraernos sobre lo que verdaderamente importa (pan y circo para el pueblo), los medios de comunicación no son el único soporte que transgrede nuestros sentidos y causa fantasías o imaginarios colectivos aun más peligrosos como por ejemplo:
(El siguiente párrafo está compuesto por generalidades, que poseen gran cantidad de valiosas excepciones)
La mujer islámica crece creyendo que es culpable de los pecados del mundo (las cristianas recién hace poco más de un siglo comenzaron a superar ese dogma); los "arios" contemporáneos o neo nazis creen que son la raza superior (los alemanes mataron millones bajo esa consigna en la 2da guerra mundial); para el gringo el mexicano de frontera es exclusivamente narco y espalda mojada; los rusos asumen que toda la ex unión soviética les debe pleitesía; Los turcos odian a los griegos; los argentinos tienen entre sus mayores insultos decirle a alguien "bolita" (peyorativo de boliviano), en Nigeria lapidar al infiel es cultural; los de izquierda (por ser tal) se creen intelectuales, los de derecha creen en el capitalismo salvaje (y ambas, con sus matices hacia el centro, nos engañan haciéndonos creer que son las únicas opciones políticas-administrativas); es terrorista el que mata al margen de la ley y es justiciero el que mata con la ley en la mano; el camba opa odia al colla y el colla seudo intelectual desprecia al camba, etc, etc, etc.
¿Vivimos en un mundo predeterminado?, no del todo, pero ¿En que punto estamos?
Las mentes que sólo se limitan a recibir información sin discernir, sin criticar, sin cuestionar, luego juzgan sobre la base de: clichés, educación básica, religión, dogmas, esoterismo, imposiciones mentales distribuidas por variedad de aparatos. Tv, internet, Biblias, iglesias, hogar, educación formal, etc. Estas mentes viven en una irrealidad cómoda y dañina.
Si no comenzamos a fomentar el uso del criterio propio; si no motivamos a la lectura profunda y analítica; si seguimos con los ojos filtrados por la máquina de irrealidades que se ha construido por milenios, el mundo demorará en cambiar a favor de la realidad y en contra del fanatismo, la irrealidad nociva y la superficialidad. Lograrán mantenernos adormecidos, sumisos y manejables (si, ellos, a los que les conviene hacer dinero con nuestras mentes vulnerables, entre otros fanáticos y embusteros).
No estoy en contra de la creencia de nadie ni de sus gustos (siempre y cuando no causen daño), trato con esta nota de opinión,(para los que no me juzguen por mis palabras), humildemente aconsejarles que si miran tele: las novelas, shows, series, películas, etc. recuerden que son para entretenerse y no para asumirlas como modelos a seguir; si miran un documental, luego cuestionen la verdad que les plantea, busquen en libros o internet y saquen sus propias conclusiones, si van a la iglesia, pregúntense porqué debo aceptar estos dogmas al pie de la letra, recuerden que el colegio y la universidad, no tienen la última palabra; lean la Biblia sin el filtro del fanatismo y sean críticos con ella, para así moldear vuestra fe según sus capacidades de ser mejores mientras respeten los derechos de otros; si alguien les cuenta algo (o leen lo que sea en la red), no lo retransmitan sin verificar su veracidad… CUESTIONEN, CRITIQUEN, DISCIERNAN, INVESTIGUEN, aunque a otros les joda, aunque les digan nerds, que nadie les cuente una verdad conveniente o una mentira atrevida.
Nos encontramos en un punto de inflexión entre los viejos paradigmas y las nuevas herramientas para adormecernos, ese es el dedo incómodo en nuestro trasero. La realidad está al alcance de todos, sólo tienes que arrancar los filtros y comenzar a sacar tus propias conclusiones, despertar.
© Jorge Sierra
(Soy alguien que trata de despertar a la realidad, pero soy consciente del largo camino a transitar para al menos llegar a viejo con los ojos tan abiertos como sea posible)
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M. C. Escher |