ANA
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Dulcemente pregunta ¿Cómo vamos a hacer las fotos?, yo le respondo que su arte (el baile), será la herramienta para expresar el sentimiento que busco en mis fotografías.
Como toda artista, comprometida con su conocimiento y destreza, su esmero fue notable en cuanto a sus movimientos danzantes. Claro está que eso distaba mucho de lo que buscaba mi lente, pues fotos de bailarinas con grandes acrobacias son imágenes de todos los días, yo buscaba el proceso intermedio de una artista entre baile y baile.
Establecida la premisa, y dando rienda suelta al ritmo de su cuerpo, Ana bailó, y yo fotografié los momentos previos, o posteriores, por su puesto que ella no lo sabía, Ana bailaba para perpetuar su esfuerzo, pero mi cámara disparaba cuando su cuerpo respiraba y exhalaba su rutina.
Esos fueron los momentos precisos, cuando el arte descansa, el intervalo entre un esfuerzo y otro, la concentración, la preparación, el anhelo para danzar, cuando el cuerpo respira nervios y el rostro expresa su amor.
La cámara está presente, como un ojo frío, uno atento a capturar el sosiego entre tanto movimiento. El arte está en todas partes, no siempre en la expresión activa, a veces, con paciencia se la puede encontrar cuando el alma se prepara.
Por eso a este álbum lo titulé, "Ana, el antes y el después de una bailarina".
Jorge Sierra
Jorge Sierra
