18/2/10

ENCERRADOS


Tomás Bascopé ha encerrado, magistralente, al público boliviano en un cubículo de 2 x 2.

Durante casi dos horas somos testigos de cómo sus personajes (el niño rico, hijito de papá, que lo tiene todo, pero nada le pertenece en realidad; el mediocre que culpa a otros de su propio fracaso; y el incauto que por buscar dinero fácil cayó preso y se transformó en un hombre con ansias de venganza) pelean, negocian, se traicionan, se golpean, vuelven a hacer tratos y vuelven a discutir, se confiesan, se consuelan y pelean nuevamente...

Mientras todo esto sucede dentro de el ascensor, afuera la vida sigue su curso. La ciudad se tiñe de los colores del carnaval y Rambo (el guardia de seguridad), completamente ajeno a lo que sucede en su propio edificio, vive su propia película, en la que es héroe y vilano a la vez, divirtiendo al público en los lugares más candentes la historia que se vive dentro del elevador.

Todo es metáfora en ésta cinta, desde el conflicto sin miras a una salida fácil, hasta la repartición de papas fritas. Los personajes bien podrían ser reales, pero simbolizan más que a una sola persona; Las historias personales bien podrían ser reales, pero simbolizan mucho más que "eso" que se dice o muestra. Hay mucho para leer entre líneas...

Una historia que transcurre en un espacio tan pequeño, necesitaba de una dirección de cámaras y una edición como la que tuvo El Ascensor. Hasta ahora me parece que sólo en El Beso de la Mujer Araña se atrvieron a hacer algo parecido. Y los efectos 3D "made in Bolivia" no sólo están muy bien hechos, sino que llegan en el momento oportuno y en su justa dosis.

Las actuaciones de Jorge Arturo, Alejandro, Pablo y Marito ya para nadie son sorpresa. Pero ello requirió también de una excelente dirección.

La ópera prima de Tomás Bascopé y la primera producción de largometraje de Bolar Producciones es, en mi humilde opinión, la mejor película boliviana de los últimos 15 años.

Hacía demasiado tiempo que no sucedía esto, de que todos los diferente públicos que asisten a ver una película nacional, salen con la misma opinión. "Muy buena" es lo menos que se oye. Y créanme, yo ya fui a verla ya dos veces y me tomé el trabajo de preguntarle a la gente qué opinaba.

 

ENCERRADOS, de Paula Lopez Moreno - Actriz


REDACCIÓN DEL EDITORIAL DE LA REVISTA CA$H:


A pesar de tratarse de una revista dedicada a la economía, la revista Cash decidió abrir su editorial de Noviembre con un aplauso a la producción y al Director Tomás Bascopé de la película El Ascensor. Gracias


Editorial de Lauren Weber:

El Actual ambiente en el que nos encontramos inmersos, tan contaminados con el juego político, tanto de aquellos que nos ofrecieron el cambio como de los que representan lo viejo, nos provoca desde hastío hasta indiferencia en medio de tal presión mediática, que no nos da espacio para inhalar un aire distinto, refrescante y saludable.

Prácticamente respiramos, comemos, política, muchos quizás con indigestión y cólicos de por medio.

Por eso, cuando ante el agotado panorama político surge algo nuevo y diferente, una propuesto inédita y original, ésta merece especial atención, más aun si demuestra que, a pesar de tanta convulsión, desentendimiento y rompimiento, hay bolivianos que se dedican a crear en silencio y a su propio riesgo y costo, y que son capaces de salir de ya trillados moldes y cruzar el umbral que nos acerca al mundo, en vez de retraernos de él.

Nos referimos a la última película boliviana estrenada. El Ascensor. Una producción que como pocas se atreve a desenmarcarse de patrones ya desgastados de folclorismo, tradicionalismo y complejo de tarjeta postal turística, para alinearse con otros parámetros más universales, es decir, válidos y entendibles en cualquier parte del mundo. 

¡Oh, sorpresa! Había sido posible ser universales sin dejar de ser bolivianos, había sido posible despojarse de códigos locales que sólo los desentrañamos nosotros y hablar un lenguaje universal sin necesidad de comprometer nuestro origen. Y es muy posible que esta película atraiga miradas ya no interesadas en tipicalidades exóticas, sino de genuino interés artístico.

Muchas otras obras de países sin tradición cineasta lo han intentado y lo han logrado.

El Ascensor ascendió por encima de nuestras costumbres y hábitos artesanales, y mostró una osadía pocas veces vista.

No vale la pena entrar en detalles de la película, pero si resaltar un guión impecable e inteligente, una producción titánica para nuestro encogido medio, unas actuaciones tan sinceras como sobrsalientes, y una dirección que en su debut es capaz de ruborizar al más pintado y experto cineasta.

Y lo mejor de todo, es que son bolivianos, como nosotros.

Bolivianos que, parafraseando a Márquez, son la frescura en tiempos de aridez.

Y decimos bolivianos no en un sentido chauvinista, sino porque como usted y yo, comparten estso tiempos difíciles en este país nuestro. Y sin embargo son capaces de imaginar y plasmar un por demás generoso regalo.

Sabemos que como ellos hay otros miles de creativos bolivianos que en los arrabales de nuestro dominante centro político, trabajan silenciosamente, aunqe su trabajo no llegue a la pantalla ni a los medios, pero que hace posible que cadad día el país avnace, no por consigna ni por decreto, sino por convicción, valor y creatividad.

El Ascensor es potencialmente capaz de elevar a Bolivia a las alturas internacionales del arte y esperamos que nadie apriete el botón del subsuelo.

El Ascensor: buen humor y grato guión en un espacio reducido




1. Empiezo con la admisión –y postrer ruptura forzada– de los prejuicios estudiantiles. Una semana antes de su estreno oficial en La Paz, les dije a mis alumnos que irían a ver El Ascensor como parte de las actividades de la materia, y salieron con que no querían ir a ver una película cruceña porque su humor era soso, que el adelanto hacía prever una peli aburrida, que parecía un mal remedo de una producción gringa y otras lindezas por el estilo. No pude convencerles.
2. Fui el viernes 30 a las carreras, luego de encontrarme con Lucio a la salida de su oficina en una repartición estatal –para los del interior y exterior: en La Paz se está trabajando en la administración pública en horario continuo a modo de paliar un poco el caos ocasionado por las obras que ejecuta la Alcaldía, que han convertido en más insufrible aún el tráfico vehicular. Llegamos justo para comprar la entrada e ingresar a la sala, mientras ya se proyectaban los adelantos de próximos estrenos.
3. Apenas comenzó la película y me empezó asimismo a cautivar. Muy buena la actuación de Pablo Fernández (Héctor) en las secuencias introductorias –un tanto excesivo el placing de Nescafé, pero se comprende. Luego, se suman a ella las de Jorge Lora (Carlos) y Alejandro Molina (Johnny), el par de maleantes que decide secuestrarle, quienes asimismo rayan en un muy buen nivel.
4. Desconozco si además del título y la situación de encierro, El Ascensor comparta algo más con su homónima cuyos datos pueden pillarse en la red. No me interesa tampoco. La cinta de Tomás Bascopé está muy bien narrada, pese a que muy bien podría caerse por tratar de la encerrona de tres personajes en un cubículo de 2 x 2 durante casi 90 minutos. El guión, trabajado con el tino necesario para mantener la atención del respetable, y las actuaciones de los tres pilares que soportan/sustentan toda la película hacen llevadera la proyección.
5. Quizás en algún momento escuchar la cháchara estilo Before Sunrise de Richard Linklater (1995; otro guión paradigmático centrado en las actuaciones) puede hacerse cansino, pero la diversidad temática e incluso las variantes algo iteradas en el cambio de sujeto tensionante –entiéndase como tal al que sujeta el arma dentro del habitáculo, lo cual le da cierto poder sobre los demás, aunque no de manera imprescindible ni total– alejan la modorra y hacen que uno se sienta atraído por ver cómo irá a acabar el embrollo. Atractivo aparte el caricaturesco guardia de seguridad del edificio, autodenominado Rambo, quien me recordó al “Termigaytor” –si la memoria no me está haciendo una de las suyas– de un cortometraje cruceño de años ha.
6. Decía que hubo una ruptura forzada. Pues al día siguiente desde casa mandé un correo a todos mis alumnos diciéndoles de manera contundente y escueta: «Fui a verla ayer y es una buena película, así que...
ESTÁN VOLUNTARIAMENTE OBLIGADOS A VER "EL ASCENSOR"».
7. Y el detallito del llavero, muy simpático y útil también. Compensó la penosa escasa asistencia; supongo que la mayoría de los cinéfilos estaban trabajando ó haciendo Tantawawas, jejeje. Hay que estar atentos a lo siguiente que hagan Bascopé y sus actores, uno de ellos convertido ahora en fetiche de una amiga, jajaja…


Franchesco Díaz Mariscal - Uni. Bergen '05



"Bastan y sobran los primeros 5 minutos"


“Como ocurre invariablemente bastan y sobran los primeros cinco minutos del metraje para advertir que estamos en presencia de una obra hecha con garra, con ideas y con el control sobre los recursos precisos como para que esas ideas no acaben malbaratadas en el trance de su paso a la realización….   …Haber insertado esa brutalidad circular de comportamientos en el contexto del estallido carnavalero, propicio siempre a todo desenfreno, ayuda asimismo a potenciar la carga connotativa del relato, enriquecida por diálogos de infrecuente frescura y precisión…   … Quiénes me siguen con alguna frecuencia conocen de mi poca tendencia a entusiasmos súbitos, pero no puedo ocultar el que me produjo este emprendimiento”
Por: Pedro Susz K.  /  Pulso semanario

Entrevista a Jorge Sierra - productor ejecutivo


Una película de acción entre cuatro paredes
100% hecha en Santa Cruz, esta producción de BolAr llegará a las pantallas del país a partir de mañana. Jorge Sierra, su productor ejecutivo, hace un adelanto. Es un retrato de la Bolivia conflictiva de estos tiempos.
Viernes,  30 de Octubre, 2009
“Somos personas distintas, encerradas en un mismo espacio que no se puede dividir. Y si no llegamos a un diálogo, terminaremos en el desastre”, así adelanta Jorge Sierra, la lectura que emerge de “El ascensor”. 


Esta película, escrita y dirigida por Tomás Bascopé y que debutará en las pantallas de La Paz (Cinemateca), Sucre (Cine SAS) y Santa Cruz (Cine Center), respectivamente a partir de mañana, para ingresar luego en carteleras regular el jueves 29 de octubre, es radiografiada en esta entrevista por Sierra, su productor ejecutivo y una de las cabezas de BolAr Producciones.
A un año y medio del inicio de ejecución del proyecto, el resultado está listo. Es el primer producto cinematográfico de BolAr. Delante y tras cámaras trabajó una generación de profesionales del audiovisual, la comunicación y la actuación 100% formada en instituciones académicas cruceñas como Diakonía, UAGRM, Escuela de Teatro de la UCB y La Fábrica.
“Con esto los bolivianos ya no somos sólo asistentes de extranjeros. Hay que participar en películas, hay que estar al lado de alguien que sabe, hay que estudiar y formarse, pero no toda la vida vamos a ser el asistente de...”, enfatiza vehemente Jorge Sierra sobre tal observación que sólo tiene el objeto de valorar lo nacional.
De ese modo, además de los papeles protagónicos de Jorge Arturo Lora, Alejandro Molina y Pablo Fernández, también participan en papeles secundarios Elina Laurinavicius, Vanessa Fornasari -asistente de dirección- y Mario Chávez. La fotografía estuvo a cargo de Juan Eduardo  Serna; la producción de campo de Inge Sterling; la dirección de arte de Cindy Rivero; de sonido, Berty Bracamonte; el director de edición, Dennis Gil y el montajista Uri Carrasco.
¿Con qué actitud debe acercarse el público a ver esta nueva propuesta del cine nacional?. Jorge Sierra señala que no por un apoyo benévolo con matiz de beneficencia. Al contrario, “al cine boliviano hay que criticarlo, juzgarlo, admirarlo, respetarlo u odiarlo como a otras películas del mundo. Si el de El Ascensor te pareció un buen trailer o un buen spot y te atrapó, entonces andá a verla”, lanza un reto. Pero, además, Sierra se juega por la obra de su equipo y señala: “Es un trabajo bien pensado, con un nivel de estética al nivel de cualquier película de Hollywood, Europa o Sudamérica, que compitió consigo misma para seguir mejorando”.

¿Cómo coincidió BolAr con Tomás Bascopé y su historia “El ascensor”?
BolAr se fundó con la idea de hacer cine alguna vez. Estábamos trabajando en un proyecto muy grande de Vanessa (Fornasari) y mío, “Ciudad Santa”, que integra cinco películas en una saga sobre cinco novelas y 25 comics. Pero, apareció Tomás Bascopé con su historia que me contó y cautivó de forma anecdótica. Me llamaron para hacer un documental de la ONU en Monteagudo. Por ocupaciones previas yo estaba destruido, llevaba 30 horas sin dormir, pero no podía rechazar un trabajo de un cliente importante. Tomás me acompañó como asistente. Llegamos al cruce de Monteagudo y le pedí que conduzca para poder descansar. Pero, él no sabía conducir. Al no quedar otra opción, le dije que me debía charlar hasta que lleguemos para no peligrar en el camino lleno de precipicios. Durante las cinco a seis horas de viaje siguientes me contó y conversamos su idea de El Ascensor. Hice mis aportes y le di a Tomás dos meses para que escriba su historia. En enero de 2008 ya estaba escrito el primer guión, si bien le faltaba trabajo, ya olía a éxito. Con seis tratamientos y el apoyo de muchos profesionales que BolAr Producciones dispuso para Tomás, él consiguió un guión impresionante. Ante eso decidimos empezar con “El ascensor”.

¿Qué recursos físicos y técnicos particulares exigió la producción de la película?
Si bien pensamos en conseguir un edificio viejo que tenga un ascensor, finalmente dijimos ‘hagámoslo bien’ y decidimos construir el ascensor. Cindy Rivero se encargó de construirlo ¡de hierro de verdad!. Pesó tres toneladas, midió tres metros, completamente  desmantelable, con todas las funciones estandar de un ascensor normal. Para complementar las dificultades técnicas y hacer el registro de imágenes en túneles, Dennis Gil hizo una réplica virtual en 3D idéntica al ascensor físico. Con este recurso hicimos tomas espectaculares del túnel, de los cables, de las caídas y las subidas del ascensor... Todo, teniendo en cuenta que es una película 80% grabada dentro del ascensor. Por ende, era muy importante identificar todas las alternativas de dinámicas posibles para que el público pueda entrar, salir, moverse y asustarse.
¿Qué cualidades tiene esta historia de Tomás Bascopé para “oler a éxito”?
La historia sumerge a Bolivia en el ascensor. Cada personaje identifica a gran parte de la población. “El ascensor” es lo que Bolivia ahora, un espacio de convivencia, nadie sale de ahí y si no llegan a un acuerdo, lo que se avecina es el desastre. Dos personas asaltan a una tercera de clase alta para robarle dinero y al meterla al ascensor, los tres quedan atrapados en el 12avo. piso. Es carnaval y un edificio ejecutivo al que nadie irá hasta pasados los tres días de fiesta. Las tres personas, que no se conocen, tienen que sobrevivir con un par de botellas de soda, una lata de energizante, whisky y papas fritas. Dependerá de cómo logren relacionarse para sobrevivir y sobrellevar tres días en los que va a haber llantos, mentiras, discusiones, violencia, sangre. Todo sucede en el ascensor y a pesar de ello, es una película de acción.

¿Cómo valora el debut de Tomás Bascopé como director, además de como guionista?
Siempre vi en Tomás una persona capaz. Es un tipo loco, muy bohemio, pero muy apto para dirigir porque tiene las herramientas humanas. Está listo para generar grandes cosas. Como BolAr Producciones vimos esa capacidad, aparte del buen guión. También vimos las falencias técnicas que podía tener, por eso las cubrimos con un buen equipo de profesionales. El trabajo del sonidista, la banda sonora, el uso de 3D, la fotografía son impresionantes. Tomás tuvo en quiénes apoyarse y generar un buen producto.

¿Cómo es la música que creó  So Myung Jung para la banda sonora?
BolAr es la primera productora que hace un casting nacional de bandas. Entre un centenar de propuestas de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Tarija y Potosí fue el cruceño So Myung Jung el ganador. Nos alegró ver tantas bandas y nos entristeció saber que hay tanto talento no escuchado. El director decidió que el sonido de la película le pertenecía a la música de So Myung y respetamos eso. Es un trabajo bien planteado, el que mejor calzaba en el ritmo de la película.

Háganos un repaso por la presencia de los tres actores protagonistas...
Pablo Fernández (Héctor) interpreta a un arquitecto que maneja mucho dinero, tiene en el bolsillo las concesiones buenas y malas de esta ciudad, se preocupa por su imagen y por lo que le puede facilitar el celular en los negocios. Con este papel, Fernández (comediante) da un giro al drama, presenta un perfil absolutamente oscuro, violento y con muchas mañas.
Jorge Arturo Lora (Carlos), es de clase media baja, derrotado, con una crisis familiar, inestable, inteligente y con gran deseo de venganza. Es uno de los que ejecuta el asalto. Lora trabaja en ello desde su adolescencia. En cine participó en “Dependencia sexual” de Rodrigo Bellott, dirigió “Promo” y actuó en “Guerrilla” dirigido por Steven Soderbergh. Alejandro Molina (Johnny) interpreta lo último de la escala social, representa a un hombre de occidente radicado en Santa Cruz cuyo logro más grande es haber sido taxista. Estuvo en la cárcel y contratado por Carlos, asalta a Héctor. Molina es uno de los mejores actores de teatro del país. “El ascensor” es su primera película. No cabe duda de que su participación es la gran sorpresa.

¿Con qué recursos se produjo la película?
“El ascensor” se hizo íntegramente con fondos privados. Parte del dinero lo puso BolAr Producciones y el resto lo puso el empresariado. No lo hicimos con el gobierno, prefecturas, municipios, ni alguna fundación porque sabemos lo complicado que es que las autoridades apuesten a la cultura, y porque no queríamos que absolutamente nadie, condicione el contenido de la película. La empresa privada supo respetarlo. Unas 70 empresas en Bolivia fueron convocadas a participar. Me hice experto en vender Fridositas y en comerlas.

Cuéntenos sobre aquella parte de la producción ejecutiva que el público no llega a ver...
Nos tocó comercializar la película en un momento muy duro del país cuando se estaban tomando, nacionalizando las petroleras que eran las que más auspiciaban. Optamos por el camino de las empresas privadas. Se invirtieron 1.500 dólares en carpetas para presentar el proyecto a empresas. Finalmente 15 nos escucharon y creyeron... no apoyaron. Detesto esa palabra porque el arte no se apoya, se fomenta.

¿Qué sensación queda hoy en BolAr?
Todavía falta la parte más piedruda, que es el estreno. Hemos visto la película y no cabe duda de que va a gustar por el nivel de ritmo, de imagen y estética que tiene. Estamos más que satisfechos por haber cumplido nuestras metas un poco a destiempo, pero a cabalidad en el marco de los números, en haber cumplido con nuestro personal. Sólo nos falta cumplir con el público que espera ver “El Ascensor” con expectativa.
Se hizo con fondos privados porque no queríamos que nadie, condicione el contenido de la película.

Las cifras

Tiempos • La película “El ascensor” dura 90 minutos. Se editó en seis meses.
Costo de producción • Costó 100 mil dólares. Mucho de este dinero se manejó con intercambios que la producción debió negociar.
El set • El ascensor construido costó 10 mil dólares.
Registro de imágenes • La película se grabó en un mes y 15 días, en tiempo de toma de instituciones, paros cívicos y el ingreso de milicias que amedrentaban a Santa Cruz.

Equipo • Unas 150 personas del staff técnico, actores, extras y otros participantes.
Promoción • La publicidad está costando 40 mil dólares, tanto en el pauteo de medios como en banners.

2009 © El Día - Santa Cruz – Bolivia 

17/2/10

El cine boliviano se eleva con El Ascensor


“Ha habido al menos una docena de estrenos nacionales en lo que va del año. De tanta producción, algo bueno tenía que salir y, de hecho, hasta ahora, no ha habido sorpresa tan grata como El ascensor…   …El ascensor se solventa en un guión inteligente que equilibra drama y comedia con maestría….    ….Entre golpes, risas y penas, emerge el baladí juego del poder, la importancia de la amistad y la complejidad de un país que se debate en sus propios prejuicios y sus desconocimientos….   … El ascensor es una de esas películas de las que usted sale rumiando entre risas los mejores chistes. Una brisa de aire fresco y un orgullo por el joven talento boliviano”
Por: Liliana Carrilo V.  /  La Razón

"El Ascensor inaugura otra concepción de hacer cine en Bolivia"


“Poco a poco, cautivado por una creciente intriga en la que cada vez los recursos se van limitando, el público se enfrenta a una historia que, sin evitarlo ni temerlo, va mucho más allá de lo anecdótico o lo entretenido: una película que muestra lo humano y lo boliviano  a partir de una desnudez literal y subjetiva….   … La intriga, lo boliviano, lo universalmente humano, permitirán al espectador compartir la intimidad de un ascensor durante una hora y media sostenidos por el humor, el suspenso y el ritmo de las circunstancias azarosas, sin dejar de conmoverse. Sin duda, El Ascensor inaugura otra concepción de hacer cine en Bolivia, que, con todas sus limitaciones y potencialidades, todavía dará mucho de qué hablar.”
Por: Julia Peredo /  Cinemas Cine


Una película potente...!


“Tomás Bascopé acaba de hacer una película potente, capaz de mantener sentado al público por casi dos horas…   … fue ovacionada en su primera noche en Sucre.”

Por Alex Aillón Valverde / Puño y Letra / Correo del Sur

"Thomas Bascopé just made a powerful film capable of maintaining public sitting for nearly two hours ... ... it was acclaimed in his first night in Sucre."

El ascensor tuvo alfombra roja


En las salas del Cine Center y con espectáculo al estilo Hollywood con elegante alfombra roja, se llevó a cabo la premier de la película ‘El ascensor’.
El film boliviano de género comedia y drama fue presentado junto a su equipo completo de producción y actores, que con sus mejores galas se lucieron en el evento ante una aglomerada cantidad de público.
Los asistentes que presenciaron el estreno quedaron satisfechos con la película cien por ciento boliviana.

El Ascensor, una película de varios géneros


“El Ascensor es una cápsula fácil de tragar, pero no imposible de degustar o disfrutar…   …El valor está en el progresivo avance de la calidad de interpretación de los actores y en el humor…    …desborda su propia originalidad.”

Por:  Ada Zapata A.  /  Palabras Más


"The elevator is a capsule easy to swallow, but not impossible to taste or enjoy ... ... The value is in the progressive advancement of the quality of interpretation of the actors and in the mood ... ... overflows its own originality."


THE ELEVATOR - Bolivian movie



EL ASCENSOR: MONTAÑA RUSA


“Yo confieso que “El ascensor” se ha convertido en la sorpresa grata del año en el cine boliviano…   … La película dibuja un retrato brutal y ácido de una ciudad como Santa Cruz (y por ende, Bolivia) donde lo que prima y se premia es el engaño, la corruptela, el robo y el autoritarismo.”

Por: Ricardo Bajo H. / Red Satelital

I confess that "The Elevator" has become the pleasant surprise of the year in Bolivian film ... ... The film paints a brutal portrait of a city and acid as Santa Cruz (and therefore, Bolivia) where the main and rewarding is deception, the corruption, theft and authoritarianism.